Para ser más exactos a nosotras nos tocó desarrollar a los cristianos sociales, que se describen como:
El movimiento social que goza hoy día en la Iglesia católica de pleno derecho de ciudadanía. Desde León XIII los papas se han puesto a su cabeza; sin embargo, las resistencias que desde el principio se le opusieron no están aún hoy completamente vencidas. Un primer obstáculo que se hace sentir todavía es una interpretación individualista de la obra salvadora de Cristo. La vida sobrenatural de la gracia que él da a los redimidos por su muerte de cruz es algo personalísimo de cada redimido; la sociedad humana no es siquiera capaz de ello y no ha sido, por ende, redimida por Cristo. En un tiempo en que la -> Iglesia era entendida casi exclusivamente como societas perfecta en sentido organizatorio y jurídico, y en calidad de tal se oponía al Estado, concebido igualmente sobre todo como aparato de poder; cuando la relación entre -> Iglesia y Estado se entendía no como relación entre dos comunidades de personas, sino entre dos poderes (potestas spiritualis et temporalis); tal visión unilateral era perfectamente comprensible, e incluso hoy día, cuando ya hemos aprendido otra vez a ver la Iglesia como populus Dei y como Christus totus, dicho enfoque no está aún superado del todo. Se apela a que Cristo mismo renunció resueltamente a actuar como reformador social; su buena nueva no contenía un programa de reforma social; por eso la primitiva Iglesia aceptó sencillamente los hechos sociales tal como los halló, con lo que dio a entender que no tenía conciencia de ninguna misión social. Por más que Pío xi atribuye a la Iglesia una misión social y Pío XII califica la opinión opuesta de falso -> espiritualismo y -> supranaturalismo, el pensamiento y todavía más la acción de muchos se cierra aún a esta idea.