Henry es un abogado de gran éxito al que le importa poco las cosas que le rodean. Sin dejar de
mantener una apariencia de familia feliz, tanto él como su esposa son
infieles, y sus relaciones con su hija son prácticamente nulas. Un día,
casualmente, baja a comprar tabaco y se encuentra en un supermercado
cuando se produce un atraco. Durante el incidente recibe un disparo y,
aunque se recupera de las heridas, sufre graves daños cerebrales que se
manifiestan en una amnesia retrógrada. No recuerda nada de su vida
anterior, aparentemente exitosa y feliz. Como un niño pequeño tiene que
aprenderlo todo: hablar, leer, comportarse en público... A medida que va
prosperando se da cuenta de que antes del accidente era una persona
insoportable en casa y en el despacho. Su esposa y su
hija le siguen queriendo y le ayudan a rehacer su vida. Él
está decidido a cambiar y a convertirse en un hombre diferente, pero al
ir recuperando su pasado tendrá que elegir entre volver a su antigua
vida de fraude y aparente éxito o emprender un camino de honestidad y
respeto hacia los demás.
Henry pasa de ser el típico abogado al que solo le importaba su trabajo, poco honesto y serio, a una persona familiar, preocupado por el futuro y la felicidad de su mujer e hija, humilde y simpático.
Sarah, su mujer, pasa de ser tan superficial a ser feliz.
Rachel, su hija, pasa de ser una niña que se sentía poco querida por su padte y acostumbrada a ser una niña educada, cumpliendo siempre con sus modales, a sentirse respaldada por su padre, y aprendiendo a vivir como una niña feliz y no como un pre-adulto.
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